El mercado latinoamericano de videojuegos ha crecido no solo en el número de compras y descargas, sino en la cantidad de compañías creadoras y estudios de videojuegos. Estas empresas —y también desarrolladores independientes— se agrupan en organizaciones sin fines de lucro para promover el crecimiento de la industria en sus países y en la región.
En México hay dos entidades fundadas en 2017: la Asociación Mexicana de Desarrolladores de Videojuegos y la Asociación Mexicana de Videojuegos (AMEXVID). México es considerado el consumidor número 12 de videojuegos a nivel mundial y el primero en Latinoamérica. Sin embargo, no hay iniciativas que incentiven su desarrollo y en la página de AMEXVID se menciona que las principales opciones de funding son: ahorros propios o ingresos de otros productos; amigos y familia; publisher; becas, apoyos y convocatorias, y fondos de inversión.
En Colombia, la primera entidad que agrupó al sector fue la Federación Colombiana de la Industria del Software y Tecnologías Informáticas Relacionadas, establecida en 1987. Posteriormente se crearon Colombian Video Games Association (COVA) y e IGDA Colombia.
Colombia fue en 2019 (según Newzoo) uno de los cinco países de Latinoamérica que mayores ingresos generó en el segmento de videojuegos (US$372 millones). El Estado viene contribuyendo al crecimiento con iniciativas como Crea Digital, Conectando la Industria y Apps.co, que conceden aporte económico para el desarrollo de videojuegos a ser comercializados a nivel mundial; Innpulsa Colombia, que desde 2012 apoya a la industria cultural y creativa del país, y ProColombia, que promueve al nicho de la animación y los videojuegos y facilita la participación de desarrolladores en eventos internacionales.
La Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA), fundada en 2004, cuenta desde 2017 con un Observatorio de la Industria Argentina de Videojuegos que revela que, en 2019, la industria movió US$72,2 millones, congrega 1958 profesionales (21% mujeres) y los estudios están mayormente localizados en CABA (36%), Mendoza (24%) y Córdoba (16%). Los principales mercados de exportación son EE UU y Canadá (43% entre ambos).
Asimismo, buena parte de las empresas (46%) realiza otra actividad, especialmente desarrollo web, AR/VR, animación y servicios audiovisuales. La industria contrata una buena cantidad de servicios en el exterior, en particular los de publisher, relaciones públicas y artistas gráficos. El 48% de las empresas relevadas coinciden en el acceso al financiamiento como la principal dificultad para desarrollar sus actividades.
VG Chile, la Asociación Chilena de Empresas Desarrolladoras de Videojuegos, fue fundada en 2010 y hoy reúne a 31 empresas. En 2013 también se convirtió en el capítulo chileno de la International Game Developers Association (IGDA Chile).
Los socios cuentan con apoyo para la participación en ferias internacionales, gracias a la colaboración con Prochile para la preparación de material de difusión, coordinación del uso de stands, etc. Asimismo, la Directiva de VG Chile da aviso a todos sus socios al publicarse las convocatorias de los principales fondos concursables de interés para el sector, tales como el Fondo Audiovisual, el Concurso Audiovisual de CORFO, y las convocatorias a misiones comerciales de Prochile, etc.
Otras entidades de la región:
Compañías de Videojuegos Asociadas de Perú (CVA)
Asociación Peruana de Videojuegos y Animación (APDEVA)
Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Ecuatorianos (ADVEC)
Cámara Uruguaya de Desarrolladores de Videojuegos (CAVI)
Asociación Boliviana de Videojuegos (ABV)
International Game Developers Association (IGDA) con capítulos de varios países de América Latina